Hoy, Sudáfrica se ve más cerca de lo que se estaba hace un mes
Brenda Verona
Reportera
El día D llegó, aún no era las tres de la tarde y el Azteca se veía más verde que nunca. Un partido tan esperado y con los ánimos más que puestos, la hora de enfrentarse a Estados Unidos en las eliminatorias mundialistas había llegado, México con la necesidad de ganar y la posibilidad de obtener los tres puntos parecía aún incierta y más lo pareció cuando al minuto 8 la selección de los EU metió el primer gol del encuentro, a cargo de Charlie Davies.
El juego se tornaba como se esperaba, difícil pero no imposible pues a los 10 minutos del primer gol, llegó el segundo y el más gritado por cien mil mexicanos en el estadio azteca y millones que seguían la transmisión por radio, televisión o Internet, México anotaba su primer gol y con el, la esperanza de ganar, de ganarle una vez más en menos de un mes a los que tanto trabajo le había costado, a los Estados Unidos.
Un pase de Cuauhtémoc Blanco a Israel Castro hizo el primero para México, el escenario aunque era propicio, también era difícil, sin embargo la selección, el equipo técnico, la afición, el clima y quizás hasta el arbitro que en ocasiones pareció localista, la Tricolor continúo adelante muchas veces rebasando el nivel de juego de los norteamericanos de quién se había dicho, se esperaba más, mucho más, aún así la Selección Mexicana no estuvo al cien.
Sin duda alguna el Estadio Azteca se vio más imponente que nunca, pues después de la primera anotación de México, estaba más a favor de la escuadra mexicana que del equipo de las barras y las estrellas, los tricolores continuaron jugando siempre de frente a la portería del contrincante con el único objetivo de anotar por lo menos uno más, en cambio los norteamericanos más que pensar en anotar, pensaban en que no les anotaran uno más, era más el tiempo que se mantenían replegados en su lado de la cancha que aquel en el que México les permitía avanzar, las pocas llegadas que tuvieron los norteamericanos al arco de Memo Ochoa fueron más por errores de los mexicanos que por logros de los gringos, y aún así fueron pocos compradas con los tiros a gol por parte de la Selección Mexicana, la misma que marco el ritmo del juego en ambos tiempos.
Con el empate a uno llegó el medio tiempo, ambas selecciones se fueron a los vestidores y la cancha del azteca esperaba el regreso de la Selección Tricolor para ganar el encuentro.
El segundo tiempo iniciaba y a los jugadores norteamericanos el desgaste físico les había llegado, pocos minutos después Cuauhtémoc Blanco salió de la cancha, en su reemplazo entro Carlos Vela, más tarde y cuando menos se esperaba, el siguiente hombre en salir fue Andrés Guardado y quién entro en su lugar fue Nery Castillo, el juego se tornaba más complicado, era ganable pero difícil, la desesperación quizás de ambas escuadras se dejaba ver claramente, Estados Unidos ya tenía a 3 hombres amonestados.
México tuvo una oportunidad clarísima de gol que el Guille Franco no alcanzó a concretar, minutos después Miguel Sabah ingreso a la cancha en lugar de Franco y afortunado fue ese cambio de Aguirre, ya que al minuto 82 en una jugada muy difícil, Efraín Juárez recibe el balón, avanza por la banda derecha y ya en zona de gol de los Estados Unidos logra dar un pase que se vía difícil para Miguel Sabah quién tiro con toda la fuerza el esférico hasta el fondo de la portería de Tim Howard haciendo el 2 por 1 que le daba hasta el momento la victoria a la Selección Mexicana, un triunfo que le devolvió a México la ilusión de ir al Mundial de Sudáfrica 2010.
Los últimos minutos del encuentro se tornaron complicados para ambas selecciones, el silbatazo final se escucho y los festejos de la selección, el cuerpo técnico y la afición no se hicieron esperar, después de todo fue una victoria que aunque muchos la dudaban, otros confiaban y muchos más se mantenían escépticos, la Selección cumplió y cumplió bien, logro los tres puntos que eran fundamentales para definir el rumbo de la tricolor en las eliminatorias mundialistas.
Con este triunfo que sabe y sabe bien, México se coloca en la tercera posición con nueve puntos en la hexagonal final de la Concacaf.
Por lo pronto México demostró que no esta fuera de Sudáfrica, que Estados Unidos no es el gigante de Concacaf, y no menos importante, que el Azteca es el Azteca y se le respeta.
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